jueves, 24 de septiembre de 2009

Partido Mundial 2006: Inglaterra-Ecuador

Ante Paraguay, el capitán también salvó a su equipo

Mi pie derecho

Un extraordinario tiro libre de David Beckham permitió la ajustada victoria de los ingleses sobre un duro equipo ecuatoriano. El seleccionado del sueco Sven Goran Eriksson ya se metió a cuartos de final sin brillar


Fabricio Torres del Águila

Enviado especial


STUTTGART. El partido se presentaba tan cerrado para Inglaterra tras una hora de juego que uno solo podía imaginar que el gol inglés, de llegar, lo haría por alguno de los tres caminos que uno le podía encontrar, ninguno de ellos vinculados, precisamente, con el juego en conjunto. O presenciábamos una genialidad de Rooney, o éramos testigos de un grosero error del porterito Mora, o nuevamente sería el pie de Beckham el salvador.

Cuando un jugador tiene una pegada así de formidable, qué importa si pasa diez horas del día mirándose en el espejo o haciéndose la manicure. Cuando un tipo que lleva un guante en el botín derecho juega en tu equipo, las chances de la victoria aumentan solo con su presencia. Inglaterra está en cuartos de final tras superar 1-0 a Ecuador luego de un preciso tiro libre ejecutado por David Beckham. De la misma manera como se deshizo de Paraguay en su debut, ayer uno de los candidatos al título se sacó de encima a otro sudamericano gracias a un certero remate a balón parado de su capitán.

Uno empieza a preguntarse cuánto de real y cuánto de fantasía tiene la Premier League que nos llega por la tele. Ayer Gerrard estuvo en un nivel bajo, Joe Cole lo mismo, aunque la incógnita mayor radica en el rendimiento de Frank Lampard, la figura indiscutible del Chelsea bicampeón. Se ha jugado más de la mitad del torneo y la estrella de los 'blues' sigue sin aparecer. De aquel cuadrado mágico del que todos hablaban -me incluyo entre sus fanáticos-, solo Beckham ha demostrado jerarquía en todos los partidos. Los centrales, por más gigantes que parezcan, se ven tan torpes como peligrosos: no son seguros en la marca, sí muy certeros a la hora de golpear al rival.

La otra estrella que tiene este equipo se llama Wayne Rooney, el chico que se recuperó milagrosamente y que hasta el momento no ha marcado en el Mundial. Pero es un futbolista distinto, de raza, de los peleadores que jamás bajan los brazos. Él solo se las arregló para desesperar a toda la defensa ecuatoriana, a él le hicieron la falta que a la postre les daría la victoria.

Pero así como Inglaterra tiene su pie derecho, Ecuador también lo tuvo. Sí, fue un instante, una ráfaga de luz, pero lo tuvo. Y si lo aprovechaba, quién sabe si en estas líneas no estaríamos hablando de ellos. Pero no pudo ser. Aquella pelota que pifeó Terry y que dejó a Carlos Tenorio mano a mano con Paul Robinson no entró porque el delantero se demoró medio segundo, permitiéndole a Ashley Cole trabar la jugada, que acabó estrellándose en el travesaño.

Ahí cambió la suerte de Ecuador que, si bien fue el claro y amplio dominador de la primera mitad, no tuvo ninguna otra oportunidad de gol así de clara en todo el partido. Para tener la pelota le bastaba con el orden y criterio de Edison Méndez y el trajín de Luis Valencia (ambos luego elogiados por Eriksson), más el orden de toda la defensa. Para crear peligro era necesario algo más que las ganas del mismo Tenorio. Igual se las arregló para no dejar que el equipo del sueco piense y actúe. Pasada la primera mitad, era claro que el negocio lo hacían nuestros vecinos.

Era así hasta que apareció Beckham y firmó la capitulación ecuatoriana. Inglaterra no ha mostrado casi nada (es lo mismo decir que ha mostrado muy poco), pero ya está instalado en cuartos, y de seguir con vida, esperaría a Brasil en semifinales. Deberá despertar el 'León inglés' si quiere seguir en la Copa y no depender casi exclusivamente del pie de Beckham.

Ecuador, por su parte, hará el bolso, cruzará el Atlántico y pisará suelo caliente con la satisfacción no solo de haber cumplido la meta de alcanzar la segunda fase, sino con el orgullo de ser uno de los equipos que mejor fútbol jugó hasta esta fase. Estamos seguros de que el viaje a casa será placentero. Incluso para Kaviedes, pese a que Beckham no le quiso cambiar su camiseta.